Placeres Castrados
Entre sabrosas nalgadas me ahogaba en tu olor, mordisqueando trozos de piel que sólo el placer conoce. Entre gemidos te quise despertar, gozosa e inundada de caldos calientes y esponjosos. Abriste los cubiertos de la mesa, bebi de tu interior rasgando la poca tela que cubría tu piel, te hiciste amante, te hiciste mujer, desechando el dolor para tomar las caricias. Cada caricia de mi buscador de sabores recorrio tu interior inerte, ahogado, muerto.... haciendo revivir entre caricias cada uno de tus gemidos, tan suave como la pluma me deslizé por tus senos frutosos, cada gota de rocío que nacian de ellos era recogido con ternura, mientras ellos se endurecían. No dejaba de pensar en cuánto ibas a durar.... me rogaste volver a juntarnos, tus piernas se cerraron haciendome preso del placer, encarcelando la libertad del que te vió nacer luego de estar muerta.... Volveré con un juramento de placeres, con degustaciones de tu sexo, pero tendras que envolver el mío entre capullos dul