Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2020

Un Bicho en la pared.

Imagen
 Camino tras de ti siguiendo cada uno de tus pasos, cuando tomas la copa y te diriges al bar llenándola de ese resto de vino que quedó después de la cena. En el camino van quedando los tacos que hacía unos instantes me seducían. Veo como tu mano derecha baja por tu espalda liberando la cremallera del vestido. Abres el escote que esconde besos , dejando flotar tus senos en el vacío y te detienes frente al espejo, los acaricias y sonríes, recordando su mirada perdida entre ellos mientras cenaban. El gesto simple de un beso; y te dices .."Bella".  Te contoneas sin pudor camino a la ventana, dejas caer tu vestido con las cortinas aún abiertas, sabes que desde el edificio del frente, siempre hay ojos curiosos mirando. Tus senos caen libres al espacio, mientras los encaje de tu braga, esconde entre hilos el pudor de lo que acaba de ocurrir. Dejas el collar de perlas en el neceser, dejando caer una a una las perlas que van golpeando sobre la madera, luego la copa al vela

Besos de Sal...

Imagen
Sus piernas se separaron y se sentó en  mi boca. Dejó que su sexo cubriera mis labios. El va y ven, se hizo un ritmo cadencioso y morboso, sólo podía escuchar sus gemidos mientras sus muslos rozaban mis orejas. Sus labios dejaban escapar el más profundo de los aromas, el sabor se escapo en mi boca. Bajaba y subía para dejarme tomar aire y decía -Ahora?.- y se volvía a enterrar en mi boca apretando los labios con lascivia. Danzaba entregando toda la calidez que envolvía su lujuria. Los roces se hacían intensos hasta hundirse procurando el suave masaje de mi lengua. La pequeña cabecilla , se mostraba clara y brillosa, surgía roja por la sangre que la llenaba. El movimiento circular de sus caderas, abría sus labios para mostrase más profunda y alcanzable. La dejaba reposar, mientras sus piernas se separaban para sentir más la suavidad de las caricias que mi boca le daban, tensaba sus piernas, separándose a momentos para volver a dejarse caer suavemente. Un beso salado qu

Sex uber.

Imagen
Hoy me saldré de mis acostumbrados textos, para contarles una nueva experiencia. La pandemia me obligo por problemas económicos, a hacer unos trabajos especiales. Un amigo que trabaja en uber me pidió que le manejara su automóvil por una semana, estaba enfermo y necesitaba el dinero, (el que compartiríamos a medias, 50 y 50.). Mi oficina permanecía cerrada por cuarentena. La experiencia me parecía emocionante. Mi primer cliente, fue una señora de 65 años muy atractiva, la tenía que pasar a buscar a santiago centro. Lucía sus canas como un peinado más, largo y suelto, era muy juvenil al vestirse, su vestido corto  dejaba ver sus piernas por el retrovisor, tenía un cuerpo cuidado. Su aspecto era muy ejecutivo. En la mitad del trayecto conversabamos animadamente, cuando en un instante, y a pito de nada, me dijo que era muy atractivo y que quería que le hiciera sexo oral y lo pagaría aparte. Me pidió que  estacionaramos en un  viejo edificio y que aparcara en un rincón. Miraba un