ME MIRAS, TE MIRO...
...Y cómo no dejar de mirarla, ella cerraba los ojos, con la cabeza apuntando a la cabecera de la cama,
el cabello extendido en las almohadas; verla cómo se mordía los labios, como abría la boca de donde salían los más susurrados gemidos, con ese gesto entre deseo y placer.
Ella rodeaba mi cintura con sus piernas, con sus manos quería arrancarme la piel de la espalda... los movimientos cada vez más sinuosos y desesperados... hasta que llegó ese momento dónde yo cerré los ojos, y todo un caudal de jadeos corrió dentro, donde el gesto hablaba de la energía liberada; Trascendimos donde los sonidos salían ya de su boca y la mía. Ambos volamos y llegamos ascendidos al paraíso; Ella abrió los ojos, mientras eso pasaba.
Ahora ella me miraba fijamente, me abrazo fuerte, mientras mi cuerpo se quedaba sin fuerzas y caía mi cabeza a un lado de la suya, con la respiración muy acelerada y los latidos del corazón en sincronía...
Cuando abrí los ojos, ella me miraba, me sonreía y me dijo:
-ahora lo entiendo...
Juan De Marco
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