Corazas.
Ella, al deslizar sus labios por el duro miembro erguido, sentía que rompía las corazas, olvidando las palabras de su madre; ella le hablaba de como las señoritas se hacían respetar, y cual debía ser su comportamiento en la cama, como debía de mantener el respeto y la distancia y guardar sigilosamente la virginidad hasta el matrimonio.
Él, entregado a los disfrutes del sexo de ella, que engullía como una fruta jugosamente abierta, no guardaba limites ni distancias.
Cada embestida de la boca de Andrea, iba doblegando las fuerzas y resistencias de Juan de Marco que se perdía entre sus labios vaginales, no dando tregua ni descanso. Juan sabía como exprimir cada gota que se arrancara de ella, y era capaz de empujarla al abismo del deseo, rompiendo todos los blindajes del pudor que la confundían.
Por fin, después del después del tiempo, juan sacudido por las embestidas de Andrea, liberaba todas las bendiciones en su boca, mientras ella abría sus labios para destapar la lluvia de estrellas, que corrían esparcidas cayendo sobre su rostro y senos.
Al sentir el caliente zumo que escapaba y la enmudecía, caía extasiada sobre el frío suelo de nubes, rompiendo toda su armadura de pudores aprehendidos y liberando el deseo que por fin sentía sin culpas y dejando abiertas sus piernas, se dejó devorar por la boca de Juan de Marco, hasta sentir que se venía entre sus gemidos y fluidos, que llenaban el espacio y el tiempo.
Ofreció su cálido interior santificado por las palabras de su madre, entregándose en sacrifico al deseo de no volver a escucharla.
Al despertar del éxtasis, sintió como el sexo duro de Marco le poseía. Angustiada por el deseo que sentía, dejó que su cuerpo bañado en fluidos, se entregara a la intensa penetración, y abriendo sus labios gimió su nombre:
-Marco......
Rodrigo Fúster.
Comentarios
No es muy usual eso en la vida real jaja
Beso y gracias por sumarte.
Un beso enorme.
Saludos.