Gozo eterno.
"...Al entrar en la habitación, ella dormía la siesta. Sus cortos pantaloncillos, dejaban escapar con lujuria en su entrepierna, los suaves vellos que escapaban sin pudor bajo las abiertas telas, la morena dormida, dejaba que le acariciara suavemente su piel por la brisa que entraba por la ventana. Me acerque a ella sigilosamente , procurando no despertarla, abrí sus piernas esperando que mi lengua cálida le buscara por la abertura que se hacía entre la tela y sus muslos. Con mi lengua rocé su tibia piel, abriendo con mis dedos su sexo. Quiso juntar sus piernas , pero mi rostro se lo impedía, dejando su sexo expuesto, liberándolo del calzón. Abrí mi boca, y sin decir palabra, dejé que sus gemidos llenaran los aposentos donde eternamente había recogido la pasión. Una y otra vez su vientre se remeció, creando suaves olas. Gemidos, jadeos involuntarios jamás imaginados.... Demencias, súplicas de besos y poderosos brazos, la mantenían fundida entre las sabanas.... Las fraganc