Lujuria y placer.
Abrí los ojos y me encontré en su cama, ella mojada, sudorosa y acelerada, se secaba el pelo con su franela. Pensé en lo que le había sucedido y al recordar, pensé que de nuevo habría sido un sueño, volví a cerrar mis ojos. Pero la intensidad de todo y más de una marca en mi cuerpo me dijeron que esta vez no, esta vez había pasado de verdad, sentía mi verga endurecida y al abrir los ojos nuevamente, la vi apoyada en el lavamanos, sus nalgas duras y bien formadas, apuntaban hacia mi, y sin perder tiempo, me acerqué a ella y me enterré en sus nalgas separando sus paredes, creando oleajes de placer dentro de ella, vibraciones , jadeos y gemidos que fueron llenando el ambiente de lujuria y placer. Me desvanecía dentro de ella aclarando todas mis dudas, si...., no estaba sólo, no eran solo pensamientos, eran verdaderos flujos de energía húmeda que le llenaban todo dejándola una vez más destruida entre pensamientos y pecados. Sin despedirme, me retiré de la habitación, dejándola tend