Entradas

Sin Espera... no hacer nada.

Imagen
Existe el arte de no hacer nada????... pienso, luego existo y lo que pienso suele no ser nada más que eso. "Desnúdame con los labios. Como el primer beso. Salpicando de promesas un futuro sin esperas, demorándote en la fragancia de mis pechos. Libando mi aliento con tu lengua, profanando el vientre con la lujuria de tu boca." Sin espera... Hoy no espero nada mientras te pienso, eres... Seductora...aunque sólo es un café, una vez más, sabes a lo que vienes. Instigadora, porque al quedarnos solos, sabes lo que buscas. Incitadora, porque cuando me acerco, me excitas. Alborotadora, porque subes tu jersey, dejas tu brasier a la vista, el volumen que sostienen, es una locura. Excitante, porque al dejarme acariciar tus grandes senos, quiero ser tu dueño, eso te gusta y me gusta.. Insinuante, porque al soltarlos, tu piel es suave, el sudor y el tamaño de tus senos, brillante y jugoso. Atractiva, porque tus pezones se eréctan al roce de mis dedos. Provocadora, porque los acercas a mi

Mis noches con Cleopatra.

Imagen
No había tabús, todo lo vivíamos de forma abierta. Cleopatra en su esencia es una felatríz, la reina de Egipto. Una maestra de la felación. De hecho, por su arte en el sexo oral, le decían la  Merichane, (La boca de diez mil hombres) o Chelión, (La de los gruesos labios). La conocí en las afueras de palacio. Poseía una voluptuosidad infinita al hablar, tanta dulzura y armonía había en su voz, que su lengua era como una serpiente de varias cuerdas que manejaba fácilmente, y extraía, como bien le gustaba, los más delicados matices en el juego de la seducción. Una noche se reunió con cien oficiales romanos y le hizo una felación a cada uno de ellos, yo estaba entre ellos, hasta eyaculamos en una copa de oro, para que ella bebiera el  semen de cada uno de nosotros. Aunque no era una felatríz, todos coincidíamos en que era la reina de Egipto. Su aspecto la diferenciaba del resto, especialmente por sus labios pintados de rojo intenso. Así me convertí en uno de sus amantes, tenía la ventaja

Me pienso VIVO.

Imagen
No hay barreras en el Sexo, ni cortina, ni alambrada. Al Instinto dale riendas cuando pida, cuando quieras que en el sexo, si es sentido, todo cabe, todo vale, todo es lícito, compartido, consentido, no pensado, ni razonado, ni fingido, ni forzado... El Sudor de tu sudor, y el sudor del cuerpo mío y en mi boca y en tu boca, el sabor de lo prohibido. Esos besos que te pongo entre muslos y praderas, esas prendas que te quitas.  Poseer lo poseído. Una y otra, y otra vez.... Sobre la mesa, sobre la hierba, sobre enredadas sábanas blancas ;Y esa piel ,  de Bronce y  miel. Me pienso insensato, locamente lleno, excitado. Me pienso rebelde, revolucionario, idealista, menguante y creciente, lleno, nuevo. Me pienso mago, genuinamente mágico. Me pienso invencible, radicalmente ofensivo, agresivo. Me veo Dios, inmensamente creador. Me pienso sensual, sexual, auténticamente caliente, poderoso, totalmente extasiado de espermas vivos, sediento. Me pienso perverso, excesivamente seductor, provocador, 

La venus del Espejo.

Imagen
Amaba la pintura casi tanto, como amaba a las mujeres. No me gustaba la manera en que los visitantes masculinos la miraban boquiabiertos todo el día.  A escondidas la veo mirando al espejo bajo su cuerpo desnudo y su imagen sostenida por cupido. Una cinta malva cuelga en los brazos de cupido, uniendo como grilletes un amor conquistado por la belleza. No es espiritual su rostro, luce excitada. El ambiente es una excusa para una sexualidad estética, muy material, donde el sexo en si se transforma en un juego muy particular, su relación con ella misma. Ella es una apreciación de la belleza que conlleva atracción. Rubens la pintaría con exquisitas formas redondeadas, Velázquez, como una figura femenina más delgada. Ambos la pintarían acompañada de Cupido melancólico, la llamarían "La venus del espejo". La excitada imagen que devolvía el espejo, se uniría a una danza de sus dedos en la abertura más húmeda y escarlata que la haría sucumbir al juego. El espejo empañado por el calor

Mil ángeles sin alas. (versos a Ginebra)

Imagen
Me corroe la ansiedad de tenerte, y de retenerte mil veces gastada y de rodillas frente al mástil de plata. Mil veces probado y sentida, sin verme con tu capucha de seda. Mil marcas en el cuerpo de seda blanca diluida en agua tu piel. Mil garzas adornando tu vientre posada en el pezón endurecido. Mil gemidos de loba en celo. Mil embestidas de fuego. Mil rosas de rojos pétalos, Mil orgasmos en tu campana. El vientre una ola de espumas, La roca de rubíes blancos. El orgasmo sin aliento y tus labios cerrados. Mil ángeles en tu cabeza de inexistentes alas, Mil arcángeles en tu mirada y un papa redimido y muerto. Sólo tu y yo, sólo embistes profundos gemido de ahogo, infinito surrealista. Juan de Marco Surrealismo de Ginebra  ven aquí y escucha diferentes miradas.

Baile de máscaras.

Imagen
El Caballero Oscuro representa el lado más oculto de los deseos, la noche más oscura del alma,  la inclinación por aquellos aspectos más recónditos de vuestro ser, tan importante como aquel que mostramos a los demás. El Caballero Oscuro, habla del poder de ser tal cual somos, liberando lo que callamos.  Mi objeto es la Cruz... mi palabra; un Vampiro... mi color; el Negro. Al llegar al castillo, dos grandes portalones de corte barroco adornado de oros, se abrieron a mi paso, detrás de ellos un infinito abismo te dejaba caer en el más oscuro infierno, donde el deseo inconsciente, te habitaba, para mostrarnos todo aquello que había escondido detrás de ellas. Grandes candelabros iluminaban el oscuro, pero hermoso lugar. Allí estaban todas adornadas por las más exquisitas vestimentas, entre ellas se distinguían al paso la brillante silueta de la mujer de negro, Dafne de amoroso andar, Campirela, elegante en sus palabras,  Tracy , llena de bondad, Qamar con su oscura y sensual figura, la su

Ellas son mi Enero.

Imagen
"...Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme. Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia! Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!..." Pablo Neruda. Enero convertido en humedales, 36 grados; Ellas desnudas, yo su esclavo. Mil pétalos en mi boca provocando el fruto erguido. Una noche mas de Enero, escribiendo poemas con tinta blanca sobre sus cuerpos y mis dedos empapados por el flujo de sus existencias... jadeantes de atención, entregadas al sutil beso de mi boca, al juego de la pasión y el deseo. Las musas vuelven a mi vida, despertando la sensualidad que emana de ellas, cumpliendo el pacto con mis demonios... Ellas son mi enero, yo el demonio que las habita. Delicado juego amoroso, delicado beso, fruta suave de jugoso brío incineradas en mi boca. Maduras, soltando sus jugos en mi garganta. Guardo en la memoria de mis dedos, la tersura de sus vientres, la profundidad onda de sus ombligos, las sombras de sus vellos; Montes de corales derramándome el bril