El Tocador de Damas...

"... y me tocó mover la ficha... esa era su propuesta, me tocaba jugar a mi... Aunque no era el lugar apropiado, pues esa noche habíamos decidido ir a comer afuera... Ella había jugado conmigo toda la noche... en un momento me pidió ir al tocador... Se levantó dejándome sólo en la mesa a la espera de la cuenta y el postre... Cuando se perdió de vista, la seguí... al enfrentarme al tocador, sólo abrí la puerta y ella estaba ahí... Muy de colita parada maquillándose en el espejo... el vestido de ceda se le levantaba al empinarse al espejo, entonces cerré la puerta del lugar, y sin más le tomé las caderas dándole un buen susto, hasta que vio mi cara en el espejo... yo sabía que no estábamos sólos, había visto entrar otra mujer justo antes que yo.. ¡¡para!!, fue la suplica, hay alguien más, sin embargo mis manos se instalaron sobre sus nalgas y mientras le besaba el cuello, empecé a levantar su vestido... ¡¡para!!! pero mis oídos no escuchaban.. al sentir mis manos sobre la delicada prenda interior de raso, tan pequeña como un suspiro, rogó... ¡ sueltame por favor!... pero ya su prenda dibujaba la humedad, y mis manos no tardaron en entrar entre sus piernas y acariciar su piel desnuda y mojada... mmmm... por favor... ya las palabras se diluían en el intento de detenerme, pasando a convertirse en ligeros gemidos... Y agarrando el escote sin tirantes, baje su vestido hasta la cintura emergiendo dos pezones exaltados por la tibieza de mis dedos, y girándolos, los preparé para beber de ellos, mientras nuestros labios ya no podían hablar. Unas gotas semitransparentes salieron por los pequeños orificios, los que bebi detenidamente hasta sentir la humedad que bajaba entre sus piernas, como una catarata desde su interior... me arrodillé para cogérmela entre las piernas y lamí sus labios vaginales, hasta sentir que sus rodillas se quiebraban y sus labios desaparecían entre jadeos tratando de respirar... sus dientes se apretaban para no gritar, pero los gemidos llenaban el tocador de damas... Cuando sentí que su boca se abrió reclamando placer y sus piernas chorreaban, la di vuelta hacia el espejo y entré lentamente entre sus carnes, sacando lágrimas de sus ojos envueltos en rubor , y la embestí profundamente... mientras ella miraba en el espejo su rostro de desfigurado, de deseo ... arremetí contra ella hasta arrancar una seguidilla de orgasmos a cada embestida... finalmente mi cuerpo soltó todo el ardor que ella había acumulado en mi cuerpo durante la noche... ambos terminamos de rodillas en el suelo, tratando de recuperar el aliento, mientras, tras la puerta del W.C., unas seguidilla de gemidos y jadeos se sucedían unos a otros y unas manos trataban de soportar el peso del cuerpo al otro lado de las puertas..."

Don Juan De Marco... en el tocador de mujeres...

Comentarios

© MEDEA ha dicho que…
Don Juan como me has puesto..imagino esa escena, deseándote por completo, viendo en el espejo mi cara hambrienta de placer, pero viendote a ti apretando los labios, agarrado a mis caderas y mirando de reojo como tu sexo penetra en el mio rompiéndolo. Como en cada embestida se hace mas potente y peligroso. Tu cara de orgullo masculino al ver como tu miembro se clava en mi alma, suplicándote que no pares. Ummmmm.....SIGUE
Arkantis ha dicho que…
Vaya duo tu y medea...teneis el erotismo a flor de piel los dos...me gusta...
Ayanay ha dicho que…
Voy al baño... me sigues???

Besos

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