Un Bicho en la pared.


 Camino tras de ti siguiendo cada uno de tus pasos, cuando tomas la copa y te diriges al bar llenándola de ese resto de vino que quedó después de la cena. En el camino van quedando los tacos que hacía unos instantes me seducían.

Veo como tu mano derecha baja por tu espalda liberando la cremallera del vestido. Abres el escote que esconde besos , dejando flotar tus senos en el vacío y te detienes frente al espejo, los acaricias y sonríes, recordando su mirada perdida entre ellos mientras cenaban. El gesto simple de un beso; y te dices .."Bella". 
Te contoneas sin pudor camino a la ventana, dejas caer tu vestido con las cortinas aún abiertas, sabes que desde el edificio del frente, siempre hay ojos curiosos mirando. Tus senos caen libres al espacio, mientras los encaje de tu braga, esconde entre hilos el pudor de lo que acaba de ocurrir.
Dejas el collar de perlas en el neceser, dejando caer una a una las perlas que van golpeando sobre la madera, luego la copa al velador, mientras retiras las ligas de ceda desnudando tus piernas, sentada en la cama. Tomas la copa y caminas al baño para mirarte al espejo. En el camino cae la única prenda que termina liberando tu desnudez.

Giras y notas , que desde el ventanal del edificio de enfrente, dos o tres siluetas masculinas, no despegan la mirada de tu ventana. Caminas al ventanal procurándoles detalles a quienes observan, cuidando a quienes te siguen desde que llegaste a  allí. Tus admiradores, los que te miran mientras sus mujeres están en la ducha , para convertirse en sus amantes.

Cierras las cortina , dejando un vertical abismo abierto, que aunque pueden seguir mirando, no les permite disfrutar de lo que harás luego de beber el vino, antes de acostarte desnuda para revisar cada detalle de la cena y como no despegaba los ojos de tu escote... los dedos se encargaran de dibujar lo que podría haber sido , de no ser un caballero. 
Pero yo estoy dentro,  como un bicho en la pared, disfrutando cada sonrisa tuya dibujada en tus labios, el cálido abrazo de tus manos en tu cuerpo, la calidez de tu piel seducida por tus dedos,y el orgasmo desnudo de tus recuerdos.
Disfruto verte desnuda y tendida sobre tu cama, la revuelta que dejan tus piernas tras el orgasmo y como caes en el sueño fácil del vino.
Entonces apago las luces que dejaste encendidas, cubro el espejo que te mostró desnuda y cojo del suelo la delicada prenda de encajes que, humedecida por la noche y  la fragancia de tu perfume, me permite descubrir a que sabe y huele  ese espacio que durante la cena, escondió el placer y deseo de sentir ese cuerpo tan cerca y no haberlo poseído. 

Juan de Marco,  sintiendo a que hueles y sabes después del vino.

Comentarios

Recomenzar ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ɱağ ha dicho que…
Hace tiempo que no me acercaba por ahí pero siempre es un placer disfrutar de los pensamientos "oscuros" que circundan tus letras.
Un beso.
Mi nombre es Mucha ha dicho que…
Interesante como ves la vida
karenc ha dicho que…
Uhm precioso. Te he descubierto siguiendo otros blogs y guau, me ha encantado leerte
Recomenzar ha dicho que…
que buena entrada fascinante de leer una y otra vez

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