Alena en el espejo...

4:00 a .m. Lo último que me dijo fué...
-si vamos a dormir...te dejo un beso de los míos en tus labios....mereces eso por hacerme el amor desde hace un buen rato... 
# 9:30 a.m. Salía de la ducha, luego de secarme, salí desnudo del baño, el sol caía sobre su piel detrás de la ventana. Los rayos acariciaban sus nalgas , calentando su piel. 
Me daba celos cuando este le llegaba y acariciaba por la mañana. Siempre despierta desnuda , boca abajo y las sábanas abajo que empuja hasta destaparse por el calor... La observo desde el baño y siento como todo se eriza en mi piel, despierto deseando cada rincón de su piel, su olor a cama... sé que esta tibia, que sus nalgas duermen endurecidas a pesar del tiempo. Que su sexo aún esta perfumado por lo que hicimos anoche antes de dormir.
Siempre hace lo mismo, despierta, se sienta en el toilette murmura , susurra maldiciendo el tiempo que ha pasado por su piel. Alena , parece entrar en el espejo... y desaparece ante mis ojos.
Pero hoy esta distinta, su exquisita piel, aún la deseo a pesar del paso del tiempo. Entonces me acerco, dejo que mis manos recorran las piernas dibujando su silueta, hasta alcanzar sus nalgas, firmes y bien definidas.
Su cola es tibia e insinuante, se mueve cuando las recorren mis dedos fríos, donde antes estuvo el sol. Entonces bajo para besarle justo en el culo que se expone caliente, For Sale, parece decirme en un diálogo muy sensual. Su forma increíble se acomoda a mis labios, es cuando mi boca empieza a salivar ... mis dedos le separan sus nalgas para perderme entre ellas, entonces murmura..
-ya amor, déjame dormir... pooorfa...- y se acomoda entre las sabanas, para ocultar con pudor sus carnes y vuelve a cerra sus ojos. 
Yo espero y las vuelvo a tirar, nuevamente desnuda. Entonces viene lo inminente... el deseo se apodera de mi, me dejo caer suave sobre su espalda y mi cuerpo acomoda sus piernas para decirle lo excitado que estoy. Murmura..
-Nooo... ya pues - y deja que mis caderas se acomoden entre sus piernas, recoge el cuerpo y se acomoda a mi erección....-mmmmm, estás mojado aún, riiico.
Entonces empezamos el ritual otra vez. Levanta el culo pausadamente, empujándolo contra mi cuerpo que la aprisiona, mientras busco su cuello entre sus cabellos desordenados... murmura como loba en celo, beso su cuello hasta que voltea su boca, para dejarse devorar por mis besos.
Su sexo busca asegurar su presa que despierta entre sus piernas, lo deja apenas rozar sus carnes humedeciendo sus paredes sin entrar. Murmura deseo, gime en silencio y vuelve a empujar. Entonces me veo apenas atrapado entre sus carnes, entibiando el mio, lo humedece con su miel, hasta casi dejarlo entrar... se aquieta, detiene el tiempo en un roce eterno. y aunque quiero envestir, me dejo acariciar por la humedad que florece entre sus piernas.
Su lengua juega el juego más infernal enredándose con la mía, mordiendo y sorbiendo todo mi deseo. Envisto, pero no lo dejo entrar en su sexo, a pausas inconexas , hasta enterrarme profundamente en él.
Jadea suplicando tiempo para despertar. Pero el tiempo en días de pandemia, deja de existir, todo es ahora y aquí. Entonces voltea empujando para recibir, y su cuerpo se entrega al ritual; la boca, sus labios llenos de sed, mis besos, mi deseo, mi pasión. Me deslizo desde su boca buscando el centro de su humedad, voy cayendo como en un abismo... su cuello se entrega a todo, sus senos se endurecen al paso de mi boca coronando con la dureza de las perlas que dibuja, tan rozadas y oscuras como su piel. Su vientre se mese como el mar, dibujando olas y despertando aún más su humedad que no tardo en alcanzar. Siente mi aliento cálido, pero apenas mis labios rozan en él. Bajo entre sus piernas para recoger la primeras lágrimas de humedad que nacen entre sus labios de piel, sus piernas abiertas me invitan a recoger todos los sabores del deseo. El ritual es largo, húmedo y profundo. Su sabor se adhiere en mi boca y no dejo de disfrutar en él... mi lengua los separa para entrar al mismo infierno, y condenarse en él.
Abierta y entregada se deja degustar, sus gemidos apagan el sol, y le dejo temblando en un espacio y abismo sin final, se viene el desenlace, su vientre se infla mientras su naríz recoge el aire que queda en la habitación... gruñe y pide, muerdo y sorbo hasta sentir que no puede más...
 La dejo deshacerse en mis labios , para ya sin defensas y descontrolada, entrar en ella para inundarla en todo sus rincones, envestir y envestir, forzándola a sostenerse de los barrotes de bronce en la cama y dejar gruñir los años a cada envestida....
Alcanzamos en éxtasis, nadie es de nadie, somos uno fundidos por la pasión, hasta que me dejo ir, tomando cada uno su espacio y disfrutando de toda nuestra energía espiritual, cada uno en su espacio, cada uno en su tiempo, temblando entre el sudor y deseo, dejándose desarmar.... y deshacer , diluyéndose el uno en el otro.Luego los besos calmaran nuestro espíritu, para volver a conectarse con la realidad. La cuarentena, no mira distancias.
La venus vuelve a entrar en el espejo y siento nuevamente la soledad, inquieta , pero tranquila de haberla despertado como dije que lo haría... sin pensar.

Juan De Marco... y la sombra de Alena.












Comentarios

AJP. ha dicho que…
Divinidad pura....bendecido eres al teclear cada letra formando palabras llenas de amor y sensualidad..
Gracias Lobo plateado.

AJP.
Anónimo ha dicho que…
Siempre estaré para ti.

JDM

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