El Susurro.

Entré sin golpear, como haciendo de adolescente distraído. A mis 17 años, uno suele aparentar cosas que las mujeres maduras suelen interpretar como su mente se los permita, distraídos, con problemas de coordinación; bueno la verdad es que uno suele ser muy bruto, a veces, brusco y poco coordinado. Pero, esa imagen, suele ser percibida por la mujer madura a veces con desagrado y otras como atractivo, y porque no decirlo, hasta excitante, suponiendo que esa poca delicadeza de no golpear antes de entrar, y comportarse torpemente leshace pensar que tienen mucho que aprender.
Su actitud, fue inmediata, cubrirse, pues estaba en camisa de dormir, y bastante relajada, y aunque sabía que la podía sorprender, seguí comportándome como un estúpido adolescente, y pidiendo disculpas, le dije que sólo venía por unos libros, que tenía prueba al día siguiente y que no sabía que se había venido a  acostar, una de esas tías a las que sueles tratar como tal porque han sido amigas de tu mamá desde mucho tiempo.
Me disculpé y seguí buscando mis cosas. yo vestía sólo con una remera sin mangas, y un destartalado pantalón de pijamas, que dejaba notar todo lo que se ocultaba dentro. Siguió mi recorrido con atención, mientras yo torpemente buscaba en la biblioteca dejando caer algunos libros, como si los nervios me dominaran, y al agacharme y recogerlo, el destartalado pijama dejaba ver parte de mi anatomía , donde la espalda pierde su nombre y pasa a ser objeto de culto.
El deporte que suelo practicar , suele desarrollarme en ese aspecto y otros, que aunque no producen tanto  rubor, acompañan esa sensación que tanto les gusta a las mujeres, y al encaramarme para volver los libros a su lugar, con ese pantalón gastado y de poco ajuste en los elásticos, deja , al estirar el cuerpo, parte de los vellos del pubis a la vista, que los tengo bastante crespos, claros y tupidos, lo que me hacía un hombre en el cuerpo de un adolescente, bastante atractivo para una mujer, esa imagen de hombre niño que tanto les gusta y al que quieren proteger.
Repetí las disculpas, e hice el ademán de retirarme. Pero ella me detuvo y preguntó:
-Cómo va la universidad?...
-bien, bien... con poco tiempo y mucho estudio.
- Tienes novia?
-no, tengo que estudiar, y la verdad es que soy bastante tímido.
Y esa fue la frase que desató todo... hablamos de la vida y de otras cosas, pero todas mis respuestas sabiamente estudiadas , daban a entender, que era un chico aplicado, algo inocente, y estúpido al momento de enamorar... y virgen, lo más importante.Ya estaba sentado muy cerca de ella, ella ya había soltado las sabanas con que se cubría y relajadamente dejaba su escote a la vista. El delgado pantalón mostraba el desorden hormonal típico de un adolescente. Ella ya estaba en actitud, y sus pensamientos volaban dentro, su imaginación empezaba a crear estragosy la fantasía se hacía presente. Con con voz suave y cansada, como tomando aire hizo la pregunta correcta...
-Y... esos estudios te permiten distraerte y salir con chicas de vez en cuando?
- no,- contesté nervioso,(probablemente).
Y esas manos tomaron mi rodilla y me acercaron, estaba al borde de la cama, supuestamente muy nervioso.
-Ven, no te vayas a caer, no muerdo... .- y curiosamente, en ese gesto, su mano resbaló por mis piernas hacia los muslos y fue a terminar justo arriba de mis genitales..- perdón, no quería incomodarte.-me dijo con voz, algo más ronca y sugerente, hice un gesto de temblor, y sonreí, nerviosamente.
-No, no te sientas mal, me voy. Querrás dormir y estoy molestando.- Me levanté torpemente...
-No, quédate un rato más, acabo de llegar y no he podido pegar los ojos, quiero saber más del hijo de mi amiga, del que tanto habla.-y apretó sus dedos sobre mis genitales impidiendo que me levantara. 
La reacción fue inmediata, Ya estaba entrando en calor y mi sexo empezaba a tomar volumen.
-Disculpa, sólo un rato, por favor.- suplicó, luego que soltaba mi sexo que se levantaba bajo sus manos. Soltaron acariciando a ratos en círculos tierna mente, hasta que mi sexo tomó un tamaño que ya no podía esconder, y aparareció rosado entre las telas del pantalón... 
-Tengo que irme.- su mano se acercó al interruptor y apagó la luz del velador...
- más tranquilo?... vamos, acompáñame, necesito tu atención.- y sus manos entraron sin pudor entre los botones del desvencijado pijama, acariciándome bajo las telas...luego se inclinó y sus labios besaron mi hombro...
- Eres virgen?...
- por favor, estoy nervioso, mi madre esta a dos puertas de aquí...- volvió a sujetar mi sexo,  ya decidida a seguir adelante. Su escote se habría al inclinarse y podía ver sus senos , algo caídos , pero firmes, y bailaban detrás de las telas dibujando sus pezones  ya erectos, y se agacho para desabrochar los botones y sacar del pijama eso que sólo tocaba, pero no podía acariciar cómodamente, ni mirar ... y lo engulló suavemente en su boca...
- mmm... que inquieto está, Relájate, no pasará nada...-y empezó a meterlo en su boca suavemente, sorbiendo delicadamente las cristalinas gotas que empezaban a salir, jugaba con su lengua recorriendolo despacio, mientras lo sujetaba firme entre sus dedos...Abrió su escote e inclino mi cabeza hasta sus senos.
- shiiit, ven,... suave, no te apures, tenemos todo el tiempo... imagina que tienes la fruta más deliciosa entre tus manos, y que tu boca quiere recoger el jugo más dulce que jamás hayas probado.- y se dejó caer sobre la almohada abriendo sus piernas y tomando mi mano la puso en su vientre, luego de guiarme en la forma de acariciar, la soltó, para dejar que siguiera a mi imaginación,
-No te apures... bésame..besa mi vientre, recorre mi cintura..- abrió su camisa dejando caer sus senos libremente, como flotando en el espacio... Recorrí cada centímetro de su piel, pero cuando pasaba mi lengua por su ombligo, sentía que su cuerpo se arqueaba, y descubrí que por ahí debía seguir... me movía entre su vientre y sus senos, mientras mis manos la recorrían con suavidad, simulando una torpeza mientras mi lengua entraba y salía del  hueco que a ella le hacía temblar y gemir suavemente, mientras sentía como su corazón se aceleraba y sus uñas se clavaban en mi espalda. Abajo, las telas de su calzón mostraban una delicada y casi imperceptible humedad, Entonces sus manos empujaron mi cabeza con ternura, dirigiendo mis besos hasta allí, abrió sus piernas y yo me enterré en su sexo degustando todo su intenso sabor. Apretaba a ratos, para empujar con sus caderas hacia mis labios y dejarme morder suavemente la tela que le cubría. Su vientre danzaba al ritmo que le daba mi boca y lengua que aún se mantenían lejos del contacto con esa piel húmeda que pronto iba a desnudar, sabía que la haría perder la razón. Pero me detuve, le dije...
-Por favor , mi mamá puede despertar.... -
Entonces tomó mi cabeza y la puso sobre sus senos, pidiendo que los mordiera suavemente y que besara sus pezones.Noté como se endurecían entre mi lengua y paladar, entonces bajé por su vientre y tomando con mis manos las tiras de esa delicada prenda interior,las fui deslizando hasta la altura de su rodillas, maniobra que ella terminó con un ligero tirón y así , entregada, volvió a tomar mi cabeza, y la dejó posarse en su sexo, guiando con sensualidad,cada movimiento, y empujando hacia mi boca, para guiar a mis labios y lengua , justo donde a ella le gustaba más, y con sus dedos dirigió la maniobra apretando mis mandíbulas. Su vientre dibujaba oleadas a cada beso, y cada movimiento de mi lengua, y de vez en cuando habría todo lo que podía sus piernas , para que yo me sumergiera en su sexo y sacar de adentro todo ese néctar turbio y empalagoso que brotaba trás cada arremetida, sus caderas ya no tenían control y se dejaba beber con éxtasis hasta fundir su sexo con mis labios levantando sus espaldas de las colchas. Giró para montarse sobre mi,  mientras empujaba hacia abajo apretándose contra mi rostro, agarró con sus manos firmes mi sexo y lo engulló hasta ahogarse con él adentro. 
Lo que más le excitaba , era el robarle la virginidad al joven, quería enseñarle todo en una sólo lección, el poder que le daba mi inexperiencia,  le hacía devorar con ahogo y masturbarse sobre mi, agitando sus carnes con desesperación y fenecí en mi boca, sólo quería verme eyacular y beberlo todo, pero en esa loca batalla contra el joven, explotó elevándose y apretando con todas sus fuerzas mi sexo, friccionó  sobre mi boca con movimientos salvajes, hasta derramar todo lo que sentía adentro, ahogándome en cada  flujo, que a borbotones entraba en mi boca, hasta que sus gemidos se silenciaron y luego de temblar apretada a mi boca, se dejó caer exhausta, quedándo inmóvil por un rato.
Con su boca jugueteaba con mi sexo y preparó  lo que tanto quería lograr y sin soltar ni dejar de agitar mi sexo con movimientos rítmicos, lo envolvió con su boca y empezó a chupar a largos ritmos y cada vez más rápidos hasta que sintió mis gemidos sin dejar de masturbarme, agitó hasta que sintió el silencio que ella conocía perfectamente, una vez que sintió que yo me estremecía lo liberó para dejar que el  chorro saltara con fuerza hasta alcanzar su rostro y empaparse de él...  luego un nuevo movimiento libero un segundo chorro, y saltó hasta mis caderas para enterrarse en él y alcanzar un tercer chorro que ya se escurría dentro de ella, y no paró hasta sentir que yo caía  en éxtasis total. Luego de una pausa, donde volvía a separarse de mi, para hundirse nuevamente, espero a que yo me tranquilizara y giró sobre mis caderas para bailar con mi sexo adentro mirándome a los ojos hasta alcanzar nuevamente una erección firme y no se detuvo hasta mostrarme por segunda vez los más exquisitos placeres de poseer y ser dueño de un alma que ella creía haber desvirgado, pensaba que sería la primera, y la única que guardaría en mi mente,... La joven victima, empezaba a convertirse en  un experto casanova.

Juan de Marco, de adolescente a señor.(Sólo un hombre tiene la particularidad de esconder el día que fue desvirgado y con esa fantasía puede jugar durante toda su adolescencia y juventud. Y hay que ver los muchos beneficios que esto trae.)












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