EL RITO...poseída por el deseo


Hoy recibí una invitación de Juan De Marco, particularmente extraña. La escribía en un viejo papel, con tintas casi borradas por el tiempo. Creí que sería sólo un juego más de él. Me puse un traje sencillo, sabía que duraría poco en mi cuerpo, cerré la puerta del vestíbulo, y salí a su encuentro.
Al llegar a la dirección señalada en las afueras de la ciudad, un hombre me esperaba para llevarme a él.
Vestía como un indio, me tomó de las manos y pasamos a través de un portal.
Había una pequeña casa, la cual sólo consistía en dos habitaciones. Una era la cocina y la siguiente el dormitorio, donde no había una cama, sino que una inmensa y plana piedra volcánica.
En el patio que le seguía, había una tela que formaba un cobertizo y dentro de él, estaba un cordero con cara lastimosa y presintiendo la muerte.
Kanuyai, el indio que me había traído hasta aquí, con una fuerza sobrehumana tomó el animal y lo puso sobre una mesa. Agarró su cabeza fuertemente hacia atrás y me pidió que la mantuviera en esa posición. Yo asustada accedí sudando y temblando de pavor.
En ese instante una mano finamente delgada de largas uñas, curtida y morena, se asomó con un inmenso cuchillo. Era la mano de Juane, que con movimientos lentos y recitando unas palabras en su lengua, enterró el filo opaco en el cuello latente del animal. La sangre, de un rojo oscuro, brotó como un arroyo. Yo atisbaba de reojo lo ojos del animal, en ellos no encontré ningún sentimiento, no había dolor, ni siquiera estaba reclamando, ni tampoco jadeaba para huir. Ese cordero estaba tranquilo, y pienso, que quizás aquella oración tantrica, que Juane recitaba, lo tranquilizaba.Un recipiente de greda ubicado en la tierra, recibía aquel líquido sanguinolento del animal.
Ahí estaba Juan de Marco, me abrazó y su rostro era otro, no el que yo conocía. Era joven y vestido con mantas de lana de Vicuña, bellamente decorado, con figuras geométricas perfectas.
Era un hombre bello, de piel oscura, no como lo veía yo y ojos negros, como las aceitunas. Su pelo crespo y semi cano, caía sobre sus hombros. Tenía unas hermosas piernas peludas que asomaban por el corto faldón que usaba. Sonriendo me dijo que teníamos que bailar, que aún no habíamos terminado el rito.
Paradójicamente me hablaba en Kunza y yo entendía todo. Le respondí con una sonrisa. Por supuesto bailaría con aquel tremendo hombre sudado. Durante todo el camino me llevó de la mano.
"Hoy bailaremos para ella" y apuntando hacia el horizonte, estaba una bella india desnuda. La miré inmediatamente y levantando mi mano la acaricié.
Era ya de noche y el cielo estaba encendido de rojo amarillo y azul. Don Juan tenía el animal, que
habíamos sacrificado en el centro del cuarto y otros salvajes, nos esperaban para comenzar el baile.
Don Juan tomó mis vestidos y los desgarró, quedé desnuda ante todos ellos, que también lo hicieron con sus vestidos. Don Juan agarró su faldón y puso mi mano en él, me pidió que hiciera lo mismo. Yo le sonreí y no pude evitar desviar mis ojos a la inmensa virilidad que le colgaba.
Me gritó furioso: ¡concéntrate y baila!.
Y el baile empezó lento pero en ascenso. A cada vuelta los tambores subían a más, estaban dentro de mí y en un momento, me sentí poseída por ese sonido estruendoso, con una energía desconocida por mí hasta entonces.
Recuerdo que golpeaban al animal en la roca, junto a mi, y la sangre saltaba por los aires marcando mi cuerpo, aquello me excitaba.
Nuevamente la música comenzaban a subir, hasta llegar por segunda vez al éxtasis. Creo que en algunas ocasiones, me caí sobre el animal. Don Juan me levantaba y me alentaba a seguir. Finalmente me recostó sobre las piedra lisa que estaba en la oscura habitación, abrió mis piernas con brusco ademán, y los que estaban ahí, fueron acercándose y pasando su lengua sobre mi sexo mientras afirmaban mis brazos. No podía contener mi deseo de ser poseída por ellos, todos esos cuerpos sudados a mi alrededor, sobando y acariciando mi piel... Sus manos recorrían todo mi cuerpo esparciendo la sangre del cordero, eso me excitaba.
Finalmente, otras manos sujetaron las mías y mientras la india lamía entre mis piernas, rozando mi sexo, sentí las manos de don Juan bajando por mis senos, dibujando mi figura con sus fuertes dedos, rodeando con ellos mis pezones, girándolos como un reloj, mientras de ellos asomaban ligeras gotas turbias blancas, que el recogía con suavidad.
Sentí como mi cuerpo se tensaba, mientras la lengua de la india no dejaba de lamer, hundiéndose en mi sexo y sacando todo lo que chorreaba de él... Los espasmos se vinieron, mi vientre explotó sin poderse soltar de los que me sujetaban, los orgasmos empezaron a sucederse uno tras de otro y sentí ese tremendo miembro entrando en mí, abriendo mis caderas, hasta tocar mi fondo con fuerza...
Sentía su forma dentro y no dejaba de gritar ... amun jadue kata men...palabras sin sentido pero que se alejaban de mis oídos haciéndose eco en mis entrañas.
Desperté desnuda, tendida en una roca plana, cubierta de semen en todo mi cuerpo, pero con una calma exquisita... creí que estaba soñando.. pero el rito había terminado, perdiendo el conocimiento hasta despertar...
Nunca supe si sólo fue él el que me poseyó...pero ya nada me importaba ...mi cuerpo estaba en calma y satisfecho como si se hubiera cumplido mi más grande fantasía... ser poseída por un semidios humano de enorme sexo y deseo irrefrenable...."

Don Juan De Marco, poseído.

Comentarios

malekin ha dicho que…
me encanta!! no solo por la perversion que descrives... lo que mas me gusta es la historia tan racial que consigues describir... momentos y lugares...enclavados en lo pasado y presente... y como siempre lujuria...pasion...deseo de un don juan como tu!!
aissss... como me gustaria escribir con tanto arte!!
un besazo enorme kita!!!
cuidate tk
male
Solo para vos ha dicho que…
Maravillosa alegoria a la pasion, al sexo, a la orgia, al sexo deshinibido de razas opuestas con mucha sensualidad y erotismo que recrea imagenes impresionantes en mi mente como una pelicula pasando frente a mis ojos...
Sublime!
ha dicho que…
Hola Don juan!

Como dice malekin, sus letras son un arte de pintura a su escritura, plasmadas con delicadeza de sus dedos, leyendolo me he quedado perdida y POSEÍDA..Un viaje muy placentero en su escrito..

Besos!

SeD.

Entradas populares de este blog

Samhain... (El fin del Verano para Ginebra, noviembre. )

Descabellado... ( Descabellada Ginebra)

Ellas son mi Enero.