El Barandal en Parìs...

-Despacio, quiero sentirte despacio- entre gemidos repetía...
Y yo abrí mi pijamas, y deposité mi sexo entre sus nalgas, dejando que este las acariciara... mientras mis manos en sus senos estaban... El cuello se retorcía entre besos y miradas... y su cuerpo al barandal se apretaba...
La noche cubría de estrellas el banboleo de nuestros cuerpos mientras el barandal temblaba, cada roce de su sexo con el mío, provocaba espasmos en el aire...
La luna, testigo de la dionisia relación, vibraba en las alturas, y con sus rayos alumbraba cada rincón de su cuerpo suplicante en las alturas...
Meloso y suave su sexo recibía cada embestida, y sus senos dibujaban la excitación en su piel...tibia sus nalgas se dejaban rozar por mi sexo, y despertaron los gemidos escondidos, hasta que sin provocar dolor, se hundió suavemente entre sus labios vaginales, mojados, hinchados de placer y lujuria... y fui cubriendo cada rincón en su oscura morada.... sus manos engarradas en la fina y envejecida madera, movían los maderos con desesperación para no caer de las alturas, hasta que por fin sintió correr el tibio jugo que nacía en mis entrañas resbalando por sus piernas. Dió la vuelta para que bebiera de su sexo espectante y entre resoplidos de angustia, se quebró en la oscuridad de la noche, mientras mi boca se llenaba de toda ella... fueron segundos de pasión, pero siglos de deseo..."

Don Juan De Marco, en el balcón de la "Rue Morgue" en París...
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CARICIAS
Un besazo
Alla en el lejano país mientras dos amantes se comian, siluetas se dibujaban tras las cortinas vecinas, anonimos testigos de nuestra pasion sin freno, y que gusto y que morbo el saber que eran testigos mudos de nuestro encuentro.
muakusss
Don Juan, todo por ellas.